Los proveedores son rechazados al ERTE y obligados a la supensión de pagos.
El rechazo a los ERTE de las distribuidoras de la hostelería amenaza con arrastrar a muchos proveedores a la suspensión de pagos.
La CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) identifica a estas compañías dentro de la industria alimentaria, por lo que, pertenecen a una actividad esencial.
De un día para otro todos los clientes han tenido que cerrar sus puertas por la pandemia de coronavirus, no tienen a quien vender.
Las empresas suministradoras son un servicio esencial, debido a los cierres de su cartera de clientes, los proveedores solo tienen acceso a la injusta suspensión de pagos como opción.
«Tenemos 40 empleados en plantilla y como nos han rechazado el ERTE nos hemos quedado en una situación muy complicada. Estamos intentando vender online al consumidor final».
Cuenta una proveedora de frutas para restaurantes.
El único recurso para las empresas es instar un ERTE por causas económicas, que según los gestores administrativos puede demorarse hasta seis meses.
Situación insostenible
La situación es insostenible no sólo para el empleador, sino para los propios trabajadores, ya que estos pueden verse abocados a no cobrar ni por desempleo, ni por ERTE, ni por despido.
Se discrimina a empresas que, igualmente afectadas por el estado de alarma, no han sido incluidas entre las beneficiarias de ayudas, como todas las son la cadena de suministros de las directamente afectadas».
Estas compañías verán aplazadas sus solicitudes de ERTE, dado el aluvión de ajustes temporales de plantilla por fuerza mayor, que ya afectan a cuatro millones de trabajadores, con lo que no dispondrán de ayudas.
Fuente: El Economista
Deja tu comentario