La paralización de las reservas y la cancelación masiva, deja a los anfitriones de Airbnb sin ingresos
El sector turístico es uno de los más afectados por la crisis del coronavirus. La Organización Mundial del Turismo prevé una caída entre el 20% y el 30% este año, viéndose reflejado en la caída de Airbnb.
Así es la dura caída de Airbnb, aparte de las cancelaciones masivas, las reservas están paralizadas en gran parte del mundo y en España, desde el 20 de marzo.
La proyección de Transparent, firma analista del sector de alquiler a corto plazo, calcula una ocupación de los pisos turísticos del 11% al terminar abril, cuando en 2019 estaban al 38%.
Para verano la predicción es del 16%, en comparación a un 60% el pasado año. Con el fin de aplacar sus pérdidas económicas, Airbnb ha levantado 2.000 millones de dólares en deuda e inversión.
En su caída, Airbnb arrastra a las miles de personas (solo en España hay ofertadas 300.000 propiedades) que alquilan sus pisos o habitaciones en la plataforma.
La compañía afirma que en España, el 50% de los anfitriones han manifestado que necesitan de los ingresos que obtienen de los viajeros para llegar a fin de mes.
La compañía abonará el 25% del importe que el anfitrión habría recibido según su política de cancelación. Este matiz es importante, porque si la política era flexible será más difícil acceder a estas ayudas.
Según Transparent, el 39% de los anfitriones trabajan con políticas flexibles.
El alquiler de larga estancia se postula como una alternativa al alquiler turístico. La propia Airbnb trata de dirigir los esfuerzos hacia este terreno, hacia personas que pasan tiempo fuera de casa por trabajo.
Los alojamientos rurales ofrecen mejores previsiones que los urbanos, según la firma analista AirDNA, especializada en alquiler vacacional. Atribuyen esta tendencia a la búsqueda del distanciamiento social.
Aunque por encima de todo está la incertidumbre, después de la tempestad del coronavirus vendrá el asunto de la economía de la gente.
Fuente: El País
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