El hidrógeno verde, es el combustible que está cada vez más cerca. Llega donde las energías renovables no llegan.
Este es el gran punto fuerte del hidrógeno verde, que es aquel que se produce a partir de agua y con electricidad de origen renovable.
Sus principales frenos hasta ahora han sido su elevado precio de producción y la falta de regulación.
Pero esta tecnología ya está lista para el gran momento, según declaraciones recientes del director de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol.
Acelerar su avance requiere aumentar la inversión en I+D+i, y en esto está la Comisión Europea, que destinará al hidrógeno hasta 30.000 millones de euros durante los próximos diez años.
¿Qué tiene de especial este combustible?
Es una alternativa renovable a todos aquellos usos energéticos que no se pueden electrificar y que dependen aún de los combustibles fósiles, sobre todo en el ámbito industrial.
Explica Javier Brey, presidente de AeH2.
Otro uso es como combustible para vehículos de gran tonelaje y que recorren grandes distancias.
Existen ya furgonetas, camiones, autobuses, trenes y embarcaciones marítimas propulsadas con hidrógeno, y la gran esperanza es que los aviones lo utilicen también.
Otra utilidad potencial es su inyección a la red de gas natural, primero en un pequeño porcentaje y, a la larga, como sustituto de este gas de origen fósil.
Los costes de producción
Se calcula que los costes de producción del hidrógeno van a reducirse en un 40% en los próximos diez años.
Se trata de una solución integral porque es aplicable al ámbito industrial, residencial y a la movilidad, – señala Albert Tarancón, investigador Icrea en el Institut de Recerca en Energia de Catalunya (Irec).
Fuente: La Vanguardia
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