Mike Ryan, director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que la primera ola de la pandemia por coronavirus no ha terminado y que nos encontramos a la mitad de esta.
Ahora mismo no estamos en la segunda oleada. Estamos justo en medio de la primera oleada en todo el mundo. Aún seguimos de lleno en una fase en la que la enfermedad en realidad está en alza.
Declaró el director ejecutivo de la OMS.
La OMS además llamó a las autoridades, que ante las esperanzas de reactivar con rapidez la economía, primero necesitan tener material para hacer pruebas suficientes y controlar la expansión de la pandemia.
El confinamiento disparó los niveles de estrés, la incertidumbre y el malestar psicológico de muchísimas personas.
Según las encuestas el 78% de las personas se vieron abrumadas por la incertidumbre, el porcentaje es aún mayor entre quienes tuvieron síntomas o fueron diagnosticados de la Covid-19 o perdieron su empleo.
Tras meses habituados a vivir en casa ahora, al tratar de recuperar la normalidad hemos de afrontar situaciones nuevas que nos provocan incertidumbre, miedo, enfado, desconcierto y ansiedad.
Y esa incertidumbre y estrés desencadena un cóctel emocional que se expresa de formas muy diferentes.
Confinarnos produjo malestar emocional y salir también; es biológico: el organismo tiende a la rutina y la rompimos.
La OMS advierte que la primera oleada de la pandemia no ha terminado y nos lanza unas recomendaciones para asimilar el proceso que vivimos.
Las recomendaciones
Índice de Contenidos
1. Vida ordenada y hábitos saludables
Lo primero es intentar retomar una estructura de vida ordenada tras las alteraciones que ha provocado el confinamiento.
Eso pasa por recuperar hábitos de alimentación saludables, por regular los horarios de sueño, y por mantener la práctica de actividad física que muchas personas han comenzado durante la cuarentena.
2. Flexibilidad
Penadés enfatiza que una de las claves para manejar bien el estrés es la flexibilidad, mostrarse adaptativo y abierto a la nueva situación.
Ni nueva ni vieja normalidad; hemos de afrontar lo que tenemos y vivir el presente; la situación actual puede tener cosas peores que la anterior, pero también mejores.
3. Confianza
En estas primeras fases de desescalada, que tienen cosas positivas y negativas, podemos estar pendientes de lo que nos falta o fijarnos en las nuevas habilidades que vamos consiguiendo.
4. Fijarse una meta
Los psicólogos aseguran que para una buena gestión emocional del desconfinamiento es importante que, además de adaptarnos y tener confianza, nos responsabilicemos de nuestro destino.
6. Aceptación
Más allá de identificar o compartir las emociones que nos provoca la vuelta a las rutinas tras el confinamiento es fundamental aceptarlas.
Darnos tiempo, respetar lo que estamos sintiendo, darnos espacio para esa emoción que nos hace sentirnos mal, igual que aceptamos y nos permitimos estar contentos cuando es así.
7. Controlar la autoexigencia
Los psicólogos explican que, en esta vuelta a las rutinas, es importante fijarse y cumplir horarios y tareas, tener metas, pero sin exigirnos el máximo rendimiento en los inicios de esta reincorporación.
Estamos en un momento de cambio, en el que no tenemos una referencia clara de cómo van a ser las cosas de modo que no es recomendable meterse tensión extra.
Fuente: La Vanguardia
Deja tu comentario